USO DE LAS CATAPULTAS
Como las
paredes eran una de las principales formas
de defensa que una ciudad podía tener, éstas se convirtieron en el blanco
principal. Las catapultas también utilizaron directamente contra tropas, y se
montaron también en naves de guerra.
Las
catapultas tales como la Ballesta fueron
pensadas para el uso contra tropas, con arcos muy grandes que podían perforar
un escudo y todavía tener bastante energía para hacer daño al portador del
escudo.
Las catapultas alcanzaron su pico de
desarrollo alrededor del año 200 a. de C., cuando eran entendidas bastante bien
para tener fórmulas matemáticas que predijeran su energía basada en su tamaño;
después de eso, el desarrollo cesó durante la edad media temprana como otras
muchas cosas. Fueron redescubiertas antes del año 1050 de nuestra era y gozaban
de mucho renombre.
El Mangonel y el Trebuchet eran catapultas
clásicas de la edad media, se utilizaban principalmente contra murallas, donde
era preciso lanzar desde grandes distancia grandes rocas y material incandescente.
El Trebuchet sin embargo fue el arma
de asedio por excelencia en Europa. Con una longitud del brazo impresionante de
12 m podía lanzar proyectiles de 100 Kg. de peso a más de 200 m, este ingenio
pesaba 7 toneladas, y necesitaba de 60 hombres para maniobrarlo.
En ocasiones
se lanzaba materia orgánica descompuesta, como animales y seres humanos muertos
(enemigos tomados prisioneros), etc., con el fin de provocar en el enemigo
enfermedades infecciosas (podría ser el inicio de la utilización de armas
biológicas), y para bajar la moral del enemigo.
El Onagro, fue redescubierto en la edad media
y se le llamó Mangonel, al igual que
muchas otras armas, sufrieron diversas variantes, dependiendo del lugar, uso,
conocimientos y necesidades. Los nombres también dependían de los lugares de
fabricación o utilización, como el Trebuchet medieval, que se le llamó de nombres tan diferentes como: Machinella, Tripantum, Petriera ,Manga,
Ingenium ,
etc.